1 de enero de 2010

Reflexiones mientras Libi duerme

Los niños sienten un gran confort cuando se saben apreciados por sus padres y parece que varias cosas las hacen dirigidas hacia ese objetivo, finalmente creo que todos los seres humanos buscamos ser reconocidos y mas cuando no lo fuimos de bebes, por nuestras madres o padres, esa hambre de ser escuchados, atendidos, mirados no queda saciada y de grandes la andamos exigiendo como cuando éramos bebes y a veces hasta mendigando, sanar esas heridas que se hacen cuando no tenemos los brazos de nuestras madres porque nos podemos embracilar, o cuando no tenemos el seno materno porque dicen que ya no nutre y la sociedad castiga a las madres que lo hacen excluyéndolas, esas heridas parece ser que no cierran, no cicatrizan, parece que siempre están supurando y cuando alguien nos ignora en la escuela o en nuestro trabajo, de la herida sale pus y son los momentos para de verdad sacar la infección lamer la herida, verla; ver nuestra soledad nuestro desamparo abrazar en nuestro corazón al niño que no fue cargado de bebe cuando más lloraba y ahora ponerle miel a la herida para que cicatrice, ser francos con nuestras parejas o terapeuta o amigo y decir sinceramente me siento solo me siento abandonado por la vida, por mi madre y por esta razón reaccionó con violencia o he tratado de manipular la situación o mentí o tengo el vicio de la droga, el alcohol, la comida, el internet, me evado de esta realidad que me resulta muy dolorosa. Ahora ya no me puede cargar mamá, ya la leche materna ni le sale a las titis de mama, ahora tengo que sanar esas heridas con ayuda porque no es una justificación mi desamparo personal para poder joderle la vida a los demás y de paso no disfrutar de la vida y estar enojado con ella en lugar de estar agradecido y abrazar cada día como si el mañana no existiera, verte a los ojos hoy y decirte te amo. Despues de todo "La tristeza pertenece sólo a esos que odian al mismo ser que les da asilo" CC.

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