11 de mayo de 2013

Reflexiones camino a casa

Ayer fui a presentar el examen TOEFL, del cual debo obtener 500 puntos para obtener mi grado de doctora. Para mi sorpresa de las 7 personas que hicimos el examen solo había una mujer, yo. Pensé que las cosas en el mundo se estaban equilibrando y que las mujeres estaban formando parte más activa do. Lo que pasa es que hace 5 años sucedió algo muy chistoso, fue como si me hubieran metido a una nave espacial y me llevaran al mundo “maternidad” con internet. Mi vida cambio mucho después del nacimiento de Libi, y gracias al apoyo de mi esposo pude dedicarme a criar a mis ahora dos hijas de tiempo casi completo, excepto por los momentos en los que me he dedicado al doctorado y mi mamá me ha ayudado a cuidar de mis hijas. En estos cinco años casi, pues no he salido mucho a la calle, mucho menos sin carro, además no tengo televisión desde hace 11 años, entonces casi no me entero de las noticias, a muchas personas las conozco a través de foros o de facebook. Ahora paso más tiempo pensando en mis hijas en su condición de mujeres y encuentro mucha información referente al Sagrado Femenino, situación que me entusiasma mucho porque quiero que mis dos hijas respeten su propio Sagrado Femenino. Cuando fui a presentar el TOEFL, me fui en transporte público pues es más fácil llegar asi que en carro además de tener que buscar un lugar donde estacionarme, y fue como salir de mi planeta maternidad internet y entrar al mundo yang real, al que está aquí, y creo que nos hemos movido a diferentes tiempos. Para mí fue muy triste, casi desolador ver el mundo que tenemos, considero que durante muchos miles de años el valor de la mujer ha sido disminuido y me doy cuenta que los hombres también sufren por ello. Me toco ver hombres en camionetas cual si fueran cargamento en pleno rayo del sol cumpliendo con su trabajo, teniendo que aguantarse porque tienen una familia que sostener. Además me toco sentirme observada como mujer y no me gusto. Desde que soy mamá Hans me compro un carro y casi siempre me muevo en el y cuando salgo sin el y ando en la calle voy con mis hijas y no soy consciente de cómo me ve la gente, es más creo que ni me ven y ven más a mis retoños. Pero ayer que iba sola con mis leggins y mi minifalda ropa que suelo usar muy seguido, me sentí observada y me sentí incomoda, pues si muchos de los que me veian eran personas en sus carros o en sus camionetas de trabajo, mientras yo esperaba el camión que me llevaba de regreso a casa de mi mamá y pensé en la hostilidad que vivimos por el simple hecho de ser mujer en una sociedad como la mexicana. Por si se preguntan si aprobé el examen TOEFL, me faltaron 7 puntos para alcanzar los 500