El 15 de febrero me levante a las 5:55 am, y realice la primer meditación del día, no lo tenía planeado pero por una misteriosa razón me desperté a esa hora y realice la primer meditación y fue lo mejor que pude hacer, duro como 40 minutos, la disfrute mucho, me sentí y sentí . Después desperté a mis hijas, las subí al carro, pase por Amaranta y nos fuimos a la casa de mi mm a dejar a mis hijas, se quedaron felices con la abuelita. Amaranta y yo seguimos nuestro camino al Zendo, llegamos a San Juan Teotihuacán a las 9 de la mañana y pasamos a desayunar, ella un tamal con su café y yo una torta de tamal con un caldito de caracol riquísimo.
Llegamos al Zendo 20 minutos antes de las 10 y pudimos entrar sin ningún problema J metimos todas las cosas necesarias para las tres actividades: Sesión de Respiración Ovárica Alquimia Femenina, MMBU y Sanación. A las diez llegaron las primeras mujeres para la sesión de respiración ovárica, Amaranta también las acompaño y juntas cinco mujeres la practicaron. A las 11 termino esta sesión y empezamos a preparar el altar, poco a poco otras mujeres se unieron a la preparación del altar y una vez que estuvo listo Amaranta y yo hicimos el trabajo que aprendimos en el último taller con Miranda, crear los tres templos, la energía se sentía muy amorosa a pesar de ser un lugar con energía principalmente masculina. Después subieron todas las mujeres y nos sentamos alrededor del altar, platicamos un poco de lo que es la Sintonización de esta Meditación y ellas mostraron interés a lo relacionado con ser Moonmother y el trabajo que estábamos realizando. Debo admitir que me sentí profundamente bendecida por las mujeres que nos acompañaron, todas tienen un trabajo en lo femenino desde otras líneas, la mayoría de ellas en su plenopausia, en contacto con la energía sagrada. Cada mujer que nos acompaño lleva un trabajo personal y de sanación fuerte. La meditación fluyo con mucha armonía, sanar y recuperar lo sagrado femenino fue muy emotivo. Al finalizar compartimos los alimentos y así poco antes de la una de la tarde empezamos a dar las sanaciones que incluyen la sanación de la estrella, el cáliz y el caldero.
Disfrute que no hubo prisas, todo fluyo en armonía, en los tiempos indicados y todo se cumplió. Después fuimos a comer al restaurant del Zendo y nos regresamos a la Ciudad a continuar con nuestra vida, solo que esta vez siento que un halo de agradecimiento y amor nos acompaña.
MM Verónica Cortés
