16 de diciembre de 2015

Diosa Coyolxauhqui

Esta imagen la recibí en marzo 2014 y la guarde con ganas de dibujarla. La empecé a colorear sin saber que colores llevaba pero poco a poco me sentí mas intrigada por esta escultura e investigue y encontré un articulo muy bueno que se llama El monolito de coyolxauhqui investigaciones recientes, escrito por Lourdes Cué, Fernando Carrizosa y Norma Valentín, para la revista Arqueología Mexicana.



Ella es la Diosa Coyolxauhqui, el monolito lo encontraron apenas la madrugada del 21 de febrero de 1978, su lugar original era al pie de la escalinata del Templo Mayor que conducía a la capilla de Huitzilopochtli en la parte superior. El mito lo pueden encontrar googleando fácilmente pero quiero retomar algo que a mí me parece incongruente. Se dice que Coyolxauhqui y sus 400 hermanos se sintieron ofendidos por que su madre Coatlicue se embarazó con una pelotilla de plumas que encontró y coloco junto a su vientre. No entendía porque podrían sentirse ofendidos por este hecho pues por lo menos ya eran 401 hermanos. Mientras coloreaba la imagen me sentí un poco cansada y me fui a recostar con la imagen en las manos y ahí mientras la observaba como si alguien me estuviera explicando entendí que Coyolxauhqui sabía que el hijo que su madre esperaba la mataría de una forma horrible y por esta razón no quería que ese hijo naciera, fue así que los centzohuitznáhua encabezados por Coyolxauhqui estaban decididos a que ese hijo no naciera y si era necesario matar a Coatlicue lo harían.

En el monolito de Coyolxauhqui hay presencia de otras deidades femeninas: Cihuatéotl y Tlazolteótl. Estas Diosas se entienden como unidad y son los paradigmas que dan sustento formal y simbólico a Coyolxauhqui (Cue L. et al., 2010)

Las cihuateteo (plural de Cihuatéotl) mocihuaquetzqueh son valientes guerreras que habitaban la región del Cihuatlampa (al poniente del universo) que mueren en el parto, en el sacrificio o en la guerra. Parto y guerra son equiparables en heroicidad.

Tlazoltéotl Tlaelcuani, es la regente de la sexualidad, del parto y de los ciclos femeninos relacionados con las fases lunares, la comedora de las inmundicias de los pecados de la humanidad. Es decir que gracias a Tlazoltéotl adquiere su esencia sexual y lunar y de Cihuatéotl su condición de valiente guerrera muerta en sacrificio.

La huella de huitzlopochtli en este relieve se manifiesta de varias formas, por ejemplo las serpientes de dos cabezas cuyo augurio significaba la muerte y eran llamadas maquizcóatl de la misma forma como era conocido también Huitzilopochtli. Es decir que la energía masculina y solar que representaba Huitzilopochtli daba muerte a la energía nocturna, lunar y femenina de Coyolxauhqui.
Otro hecho para mi relevante es que Huitzilopochtli asesina y desmiembra a su hermana Coyolxauhqui y salva a su madre Coatlicue. En México veneramos a la Madre, el 10 de mayo es casi fiesta nacional, pero la parte lunar de la mujer esta desmembrada no se reconoce.

La localización del Monolito de la Diosa Coyolxauhqui estaba estratégicamente colocada al pie de la escalinata del templo mayor, de hecho es una de las esculturas más elaboradas y bellas de este lugar, y al estar ubicada al pie de la escalinata todos los habitantes podían verla y saber que querer ir en contra de Huitzilopochtli era mortal (interpretación mia).

Han pasado escasos 547 años desde la elaboración de esta escultura (se calcula que fue tallada por los mexicas en 1469 dc) y ahora estamos uniendo el cuerpo de la Diosa Coyolxauhqui poco a poco. Una teoría es que este mito es el nacimiento del patriarcado que surgió de la sed de venganza por lo que el matriarcado había hecho, se había generado suficiente odio para que el patriarcado decidiera matar de tal forma al matriarcado.

Ya es 2016 y hace tiempo escuche que las abuelas dicen que hay que volver a unir a la desmembrada Coyolxauhqui. Ahora muchas mujeres estamos trabajando lo femenino tratando de re-articular la sabiduría de Coyolxauhqui. Y desde este nuevo entendimiento en el corazón de algunas esta también ayudar a sanar la energía masculina porque el patriarcado ha lastimado tanto a mujeres como a hombres. A diferencia del patriarcado donde veo un sentimiento de venganza creo que la historia que me está tocando escribir junto a miles de seres humanos se escribe desde el corazón sano de hombres y mujeres, que están buscando sanar y equilibrar sus energías.

En lo personal amo a los hombres los admiro (a veces también me caen mal jeje) pero en general desde que trabajaba como ingeniera civil y a lo largo de mis otros empleos, cuando veía como transformaban el espacio me generaban una gran admiración. Ver sus cuerpos y su atención enfocada en un trabajo (cualquiera que fuera) me sulibela jajajajaj

Bibliografía:
Cue L., Carrizosa F., Valentín N. El monolito de Coyolxauhqui, investigaciones recientes. Revista de Arqueología Mexicana. Num 102, Marzo-abril 2010