Colechar es el verbo que implica dormir con otra persona. Cuando hablamos de crianza respetuosa, significa que mamá y papá duermen con sus bebés recién nacidos y aun cuando son más grandes, en algunos casos hasta que ellos piden su espacio, en otros casos hasta que papá y mamá lo deciden.
Cuando nació mi primer hija, hace 5 años no compramos cuna, sino una cama más grande pues sabíamos que ella iba a dormir con papá y mamá. Para mi esposo y para mí nunca fue problema hacer el amor, a veces lo hacíamos en la misma cama que mi hija cuando ella dormía profundamente o nos íbamos a la otra cama que estaba en otra recamara, que bien podría haber sido la recamara de mi hija, pero donde solo dejamos la cama matrimonial que era donde dormíamos antes del nacimiento de Libi.
Actualmente Hans duerme en una recamara y mis dos hijas y yo en otra. A esta disposición le veo más ventajas que desventajas. A mí no me gusta que haya aparatos eléctricos en las recamaras y mi esposo duerme con la computadora prendida. A él le gusta meterse a la cama hasta tarde y a mi me gusta dormir temprano a las niñas. Cuando deseamos hacer el amor, nos damos señales durante el día y cuando llega la noche y las niñas duermen entonces el enciende la vela roja de su recamara y yo entro jejeje. No se si esto influya en la relación. Seguramente cuando mi segunda hija ya no pida pecho en la noche, regresaré a dormir con él, pero por ahora este no es tema de discusión entre él y yo. Estamos muy agusto con esta forma de dormir.
Compartó esta vivencia, porque creo que nada esta escrito ni hay un “deber ser” la dinámica familiar se va creando en el día a día y que mejor que escuchar las necesidades de todos para poder tomar decisiones que favorezcan a todos.
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